La acumulación y la regla de la máxima es “más es más” son características de esta corriente. Dentro de este estilo entran corrientes como el maximalismo (atiborrar espacios con elementos, colores o texturas), el kitsch (lo vulgar, ironía en decoración con elementos de la cultura pop), Vintage (evocar el pasado, uso de objetos sin retoques, que se vea el “desgaste” original) o el Shabby Chic (famoso por sus flores, colores pasteles, encajes y detalles femeninos en gran escala).

Podría considerarse en esta tendencia el uso exponenecial de los colores como la esencia misma del estilo, aunque siempre manteniendo la armonía con todos los elementos que puedan integrar la habitación.
Por otra parte se puede jugar con elementos kitsch y tonos “discretos” en esta tendencia, pues no es una regla el desorden cromático, sino crear un ambiente agradable, alegre y divertido.

El mobiliario puede ser moderno, minimalista, clásico e inclusive extravagante, no hay una línea en las formas de los muebles, sólo se busca la armonía en cada una de las piezas con colores, accesorios e iluminación.
En el diseño Kitsch de cada mueble puede contar una historia, un estilo o marcar un acento en la habitación.

Se pueden jugar con los elementos vintage, artículos de colección, cuadros tipo pop art, fotografías de artistas, jarrones, esculturas, artesanías, letras de latón, pósters, figuras, velas, etc.
Cada elemento cuenta una historía, tiene esencia particular y juega con el orden y color de la habitación, pues no existen reglas establecidas de que si o que no agregar, siéntete con la libertad de agregar los elementos favoritos que tengas y queden a la perfección con tu habitación.